Cállate cabro chico de porquería!
Más de una vez me he topado con niños haciendo rabietas. Y no el simple llanto por desear un dulce, sino escándalos de proporciones con niños rodando en el piso, lanzando cosas, pegándole a los papás, gritando en decibeles desconocidos hasta ese entonces por mis delicados oídos.
Y cada vez que las veo, mi útero se contrae y mis ovarios se golpean.
Cualquier deseo de ser madre se desvanece al ver a esos diablillos incontrolables. ¿Cómo es posible que se llegue a tal extremo? Sólo soy una aficionada a la psicología, pero eso claramente es una señal de que ALGO está mal, muy posiblemente alguna frustración detrás.
Papitos queridos, por favor, por respeto a los oídos de los demás y del bienestar de sus pequeños, no dejen que esos actos de ira pasen a mayores, recuerde que usted el guía de esos angelicales y hermosos seres que crearon con amor*.
*Claro, eso sólo lo digo en mi mente, porque mi cara expresa un no tan sutil: CÁLLATE MIERDA!!