Egolatrum Maximus
Hoy en #JuevesOdiar: Gente culiá que se ama demasiado.
Mis amigos son gente bacán -nunca lo digo, pero los amo, awwrr-, sin embargo quizás por cosas de trabajo o simplemente de mi particular forma de hacer vida social, termino conociendo mucha gente nueva que, conchesumadre que son insoportables. Un tipo de estos especímenes son los Egolatrum Maximus.
Seguro usted los reconoce. Son esas personas que se alimentan de la atención de los demás y no pueden vivir si el reconocimiento ajeno. Son esos hueones que les encanta llevar la batuta en la conversación y menosprecian al que quiere meter la cuchara, son esas minas que publican su maravillosa vida en feisbun y que se creen que son las más ricas, maravillosas, talentosas y zukulentosas de la vida -y por supuesto, no es así-. A veces creo que a estos humanos su mamá les dijo muchas veces que eran lindos cuando chicos y se lo terminaron creyendo... demasiado.
No va a faltan quien piense que estoy hablando de pura envidia. Si así lo cree, científicos de la Universidad del Mar creen que hay un 69% de probabilidades de que usted mismo sea uno de estos hueones desagradables. No es de envidia, loco; se trata de que cuando uno espera lograr un intercambio comunicativo, este debería tender a ser recíproco y a construirse en conjunto, no unilateralmente. Lo mismo aplica para otros ámbitos: el Egolatrus Maximus no puede levantar el mentón del pecho ni la vista del ombligo y no puede mirar qué está pasando con quienes le rodean, qué están sintiendo, qué están pensando. No, por el contrario, el especímen se hunde en sí mismo y se convierte en una víctima/superestrella según sea la necesidad. No puede dejar de alumbrarse en esas cosas que se supone que hace mejor: canta precioso, cocina bacán, es increíble en la cama (porque puede dormir hasta muy tarde, obvio), y tiene un sinfín de dones autoproclamados que lo convierten en un ser indeseable para quienes posean un ojos algo más crítico.
Otra característica de estos entes es que se hacen rodear de personas menos llamativas, super piolas, especies de minions que no le roban el protagonismo y que asienten a todo lo que Egolatrum dice, porque son personitas sin carácter ni voluntad.
¿Cuáles son los defectos más despreciables en las personas? La egolatría y la mentira son las que detesto más y, para colmo, suelen venir juntas. Puedo perdonar una, pero ambas hacen que me aleje con el dedo cordial mirando al cielo. ¿Y usted, qué odia?