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Hombrepensante

 

     Hay una hueá que me carga de mí misma y que en verdad, ha sido una característica particular desde que soy bien chica. Desde que prefería salir a jugar a la pelota con mis vecinos, sin importar que mi mamá me gritara que el vestido que recién me había puesto lo acababa de lavar. En lo posterior, prefería mil veces usar pantalones, volviéndome a encontrar con la minifalda recién como a los 22. Soy terrible buena pa' la chuchá, tanto que a veces mi mamá -pocas veces lo decía directamente, pero se le notaba caleta en la cara- se sentía avergonzada: "las señoritas no hablan así", me dijo en alguna ocasión, "Mamá, claramente yo no soy una señorita". No es que fuera lela, acamioná o nada parecido, pero como que no pegaba con las princesas de mi edad.

 

     Después fui creciendo y bueno, como a todas las minas me gustaba verme bonita y usar maquillaje -tampoco era Juana Trescocos- pero algo era distinto. 

 

- ¡Por qué siempre te ponís del lado de él! - Me decía siempre mi amiga, la única de infancia, cuando me contaba sus atados con su pololo.

- Es que hueón, el loco tiene razón, le estai dando mucho color.

 

    Esta era una conversación recurrente hasta que finalmente con el tiempo dejó de contarme sus peleas porque nunca entendía sus argumentos. Ella fue la primera en darse cuenta de que yo PENSABA COMO HOMBRE. 

 

     Y puta, sí. Cuando me relaciono con otras minas, tiendo a ser terrible saco de hueas, porque no entiendo esa sensibilidad femenina intrínseca que las hace llorar cuando les decís una talla pesada o una verdad demasiado de frente. O ese pudor de mostrarse vulgares, calientes, de opinar sin cinismos; el decir una cosa diciendo otra hueá completamente distinta... (Por qué mierda hacen esa hueá? Es terrible irracional!)

 

- ¿Que pasó? ¿Te enojaste?.

- NO.

- Puta hueón, tu tono no se condice con...

- NO ME PASA NADA, NO TE PREOCUPÍS.

- Bueno.

 

     Y después te llega un wasap -repudio a la carta, mail, whatsapp de desahogo- en el que te escriben el manso testamento culiao pa decirte lo que no te pudieron decir de frente. Puta que paja, nunca he encajado bien en grupos de minas en momentos no superficiales y siempre me han terminado echando de sus grupos, durante la básica y la media. Por el contrario, fui super bien recibida en los grupos de hombres y con ellos he desarrollado amistades entera bacanes que han trascendido en el tiempo. Aunque igual me carga cuando los hueones me dicen Tito y se agilan, después de todo igual trato de ser señora digna pa algunas cosas xd por ejemplo, algunos me hacen irritar deliberadamente, acusando de que "me pongo hueona" básicamente porque he preferido evitar el pensamiento masculinizado para intentar darle una vuelta más al asunto. O te dicen que andai pesá/les llevai la contra porque andai con la regla -no, ellos nunca se olvidan de que, al final, erís mina- cuando yo sé, como hombrepensante que soy, que es la salida fácil a una discusión el alegar que las mujeres piensan con el útero. 

 

     A continuación, algunas pistas para saber si eres una más de las tanta que como yo, nos hemos masculinizado más que la cresta, las cuales he recopilado preguntando a otras machopensantes:

 

- Te quieres ver bien pero te da paja ir a comprarte ropa.

- Tienes una o dos amigas y son de hace caleta de años (o también piensan como hombres)

- No entiendes el gusto de ciertas personas por la poesía (especialmente de hueones como Benedetti) o por las canciones de Camila, Reik o Natalino.

- Tus amigos te pegan en la buena y la mala onda. 

- Voh les pegai de vuelta.

- Le dices "Hueón" a otras mujeres.

- Tenís videos porno favoritos (En este orden de gravedad: guardaste los links, guardaste el video en tu PC y por último, te registraste en una pagina porno pa hacer tus propios ff's).

- Pides el combo más cerdo en los locales de comida rápida. 

 

Si te identificaste con al menos 6 de estas 8 aseveraciones, ¡felicidades! Ya eres del club.

 

¿Se me olvidó agregar alguna situación? ¿Habrá tambien hombres mujerpensantes? No colas necesariamente, sino que sensibles y complicados como minas no más. 

 

 

 

 

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