Ya ha pasado un tiempo desde que me gradué de 4to medio, y desde ese día hasta hoy no he cambiado de parecer respecto a los famosos reencuentros de generación. ¿Para qué? ¿Cuál es el objetivo de estas incómodas juntas? Seamos sinceros, si mantuvimos nuestras amistades del colegio sólo ellos nos importan.

Siempre he pensado que estas reuniones sólo son para pelar a quien no asista, y para luego descuerar a los que sí fueron. “Mira la X está hecha bolsa”, “El Z que está guatón”, “La Y se cambió de 3 carreras y aún no sale de la U”, “El W ya tiene dos cabros chicos y con dos mujeres distintas”…

Me carga cómo fingen cuando te ven inesperadamente, pa qué quiero verlos de nuevo?

Vivan sus vidas cabres, como mejor les parezca. Sean felices comiendo perdices. Lo que es yo, desde aquí les digo, igual como lo pensé el día de mi licenciatura: ¡Adiós babosos!