En mi corta vida (ay sí, quiero creo que crean que soy muy joven) he sido yo la que ha terminado con sus pololos (boo, you whore).

Mi primer pololo oficial fue en primero medio. Nos queríamos harto pero éramos muy pendex. Duramos un mes con muuuucha cueva. Lamentablemente fue el primero de varios en ser despachado. Soy como el hoyo. Sigamos.

 

Pero eso no es lo entretenido de esta historia. Nones. Nacalapirisnaca. Voy a hacer un resumen a la velocidad del rayo: terminamos pero seguimos siendo amigos, lujos que una solo se puede dar cuando es chica y la vida importa un carajo. Jamás tratamos de volver porque ya éramos muy amigos y que weá más rara. No no no, el coco no. La cosa es que al pasar el tiempo terminamos convirtiéndonos en mejores amigos po. Nos gustaba la misma música y hacíamos las mismas tonteras. Así partners. Brodafromanadamada. Así: amigo te amo forever, perrito papurri papá.

 

Y tiempo después pasó lo inevitable: salió del closet. Chan! No es que no lo esperara. No es que no lo supiera si, osea, le gustaba la misma música que a mí y yo no escucho metal duro. Fue raro al principio, pero soy una señora moderna y nosotras no le hacemos rollo a nadie. Así que desde ese momento fuimos las mejores amigas po. Vitrinear no era lo mismo sin él, mirar minos tampoco. Somos como Will and Grace (o es muy vieja la referencia?)… y no se me ocurre otra así que mejor búsquenlo en google.

Y más ná. El primer pololo de la vida termina siendo tu mejor amigo gay con el que planeai vivir algún día en un departamento de putas. Igual chori.

 

Seré la única a la que ha pasado?