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Las mujeres también pensamos en el Sesso en essesso

 

Allí estaba él, muy caballero esperando que ella llegara a su cita. Hace un tiempo que ya se conocían y ella esperaba que él diera el "paso final", si total, ambos querían pasarla bien (ese era el acuerdo).

Como era la primera vez que salían en vivo y en directo fueron a comer y mientras ingerían los alimentos, conversaban de temas comunes. Al terminar, el señorito la acompañó hasta el metro donde se despidieron con un beso en la mejilla. "Puta la weá", pensó ella, "Ni un cuneteao me dio, filo". Luego de wasapearse esporádicamente, volvieron a salir. "Ya, en la segunda cita debería por lo menos darme un piquito po", pensó la chiquilla, pero no, luego del paseo por el parque el joven muy amable, volvió a dejarla al transporte público y se fue. "Estoy perdiendo mi tiempo, este weón es demasiado lento". PERO! Como dicen por ahí, a veces la tercera es la vencida, y paff! En la tercera cita, el chiquillo le preguntó si lo acompañaba a "buscar algo" a su casa. Allí comieron, pusieron música y mientras ella pensaba "estamos en su casa, por qué no hace nad...", pum! Se le abalanzó como león hambriento y comenzaron a besarse, toquetearse y del living se fueron al dormitorio. Je je je Al fin saltó la liebre! Si total, todos tenemos necesidades especiales que saciar, ¿o no?

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